November 4, 2008

CARTELERA SETIEMBRE

BUSCANDO UN AMOR
Por Diego Cabrera

Wong Kar-Wai debe ser uno de los cineastas contemporáneos que despierta mayor entusiasmo entre los cinéfilos con cada una de sus estrenos. Su séptima película, Con ánimo de amar (2000), la primera estrenada comercialmente en nuestro país, lo terminó de encumbrar como un esteta capaz de formular no solo historias visualmente seductoras sino también emotivas e incluso poéticas, luego de alcanzar cierto prestigio con obras de culto como Chunking Express (1994) o Happy Together (1997). No obstante, su último trabajo, Buscando un amor (2007), debe de haber dejado a sus seguidores, sino inconformes, al menos contrariados. Y es que, a la luz de su filmografía, ésta resulta sosa, desabrida, repetitiva, artificial y calculada, y lejos de significar un nuevo impulso para su carrera, puesto que se trata de su primera película rodada en los Estados Unidos, representa su punto más flojo.

La trama es típica de su cine: una pareja de melancólicos se encuentran en una ciudad llena de neón, nace entre ellos una bonita amistad y quizá algo más hasta que uno de ellos decide partir hacia un destino incierto con el objetivo de reencontrarse consigo mismo y reencauzar su vida. Ese Plot sumado a sus clásicos ralentis, acelerados, desenfoques, saturaciones cromáticas, juegos de cámara entre otros tantos recursos fílmicos que pretenden darle cualidades etéreas a los personajes, inmortalizar momentos o perpetuar recuerdos conforman los mismos ingredientes que antaño le permitieron elaborar “manjares audiovisuales”, solo que esta vez el resultado fue una tarta de ciruelas de cuestionables sabor. Y es que Buscando un amor posee un guión desarticulado, plagado de personajes desangelados, verbosos y demasiado artificiales, una fotografía más videoclipera que preciosista, menos inspirada que formulista, y un casting que además de desacertado probablemente condicionó la elección de buena parte de la música intradiegética, que a punta de repetición pretendía hacer pasar la música de Norah Jones por clásicos instantáneos como los que acompasaron las mejores películas del realizador chino.

Por más de veinte años Wong Kar-Wai ha estado filmando la misma historia, pero siempre con la intención de explorar a partir de ella la sintaxis fílmica para transmitirle emociones al espectador. Paradójicamente, en el lugar donde “las imágenes empezaron a hablar” Wong nos provocó, por primera vez, solo bostezos.
Fecha de estreno en el Perú: 11 de setiembre del 2008.

1 Comments:

At 11:17 PM, Blogger Gustavo Ochoa Morán said...

Totalmente de acuerdo.

 

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