CARTELERA (MAYO) EXTERMINIO 2
Por Diego Cabrera
Desde que George Romero perfiló el subgénero de muertos vivientes a fines de la década del sesenta el público lo adoptó como uno de sus favoritos no sólo por su sádico divertimento sino por su riqueza alegórica. Sin alcanzar las cotas artísticas del creador de los walkers, Danny Boyle (Trainspoting) se las ingenió para revivir a los muertos bajo el ajetreado signo de estos tiempos el año 2002 en Exterminio. Cinco años después, el español Juan Carlos Fresnadillo, bajo la batuta del mismo Boyle, nos trae su secuela.
Retomando las premisas de su predecesora, la acción se inicia con una Londres devastada por un virus que convierte a los hombres en iracundos antropófagos. Una vez desaparecido el germen, un grupo de soldados norteamericanos, tan ansiosos de sangre como sus rabiosos y aparentemente extintos enemigos, ingresa a la ciudad para reestablecer el orden. En medio de ese auspicio panorama un padre de familia se reencuentra con sus hijos y con la culpa de haber dejado a la madre de estos a merced de los carnívoros. El problema se reiniciará con la vuelta de ésta, quien resultó ser la única sobreviviente inmune al virus, y con los afanes del padre por conseguir su perdón.
Lo primero que llama la atención son los paralelismos entre la trama y el conflicto bélico del Medio Oriente, así como los evidentes homenajes a Romero – la claustrofobia y la penumbra de los ambientes interiores (La noche de los muertos vivientes), la omnipresencia militar (El día de los muertos), la homonimia entre las zonas de seguridad, la Zona Verde y el Fiddler’s Green de Tierra de los muertos –, a los Zombies de Fulcci – las panorámicas de un Londres derruido –, y a referentes del fantástico contemporáneo como Neil Marshall – el empleo de inusuales subjetivas, como la mira de un arma o de una cámara de video, para penetrar la oscuridad. También llama la atención el trepidante empleo de la cámara en mano y la atmósfera, entre lisergica y documental, conseguida a partir del uso del video digital.
Sin embargo, Fresnadillo flaquea en su intento por otorgarle personalidad (la música) a una película que con el correr de los minutos se pierde en el lugar común (“Cuando tuve a ese niño en la mira, supe lo que tenía que hacer”). Precisamente, la paradójica vitalidad de este subgénero radica en su nihilismo sociopolítico pero también en el narrativo. Por ello cuando el discurso (aleccionador o explicativo) toma protagonismo el interés decae. De ahí que la oquedad de la pareja protagónica de Exterminio 2, la doctora y el soldado, termine desmereciendo los momentos en los que la cámara reposa y se dedica a contemplar el devenir de un grupo de supervivientes que se saben muertos.
28 WEEKS LATER
(EE.UU 2007)
Dirección: Juan Carlos Fresnadillo
Guión: Juan Carlos Fresnadillo, Jesús Olmo
Protagonistas: Robert Carlyle, Imogen Poots, Mackintosh Muggleton, Catherine McCormack, Rose Byrne, Jeremy Renner.
Duración: 99 min.
Fecha de estreno en el Perú: 31 de mayo del 2007
Por Diego Cabrera
Desde que George Romero perfiló el subgénero de muertos vivientes a fines de la década del sesenta el público lo adoptó como uno de sus favoritos no sólo por su sádico divertimento sino por su riqueza alegórica. Sin alcanzar las cotas artísticas del creador de los walkers, Danny Boyle (Trainspoting) se las ingenió para revivir a los muertos bajo el ajetreado signo de estos tiempos el año 2002 en Exterminio. Cinco años después, el español Juan Carlos Fresnadillo, bajo la batuta del mismo Boyle, nos trae su secuela.
Retomando las premisas de su predecesora, la acción se inicia con una Londres devastada por un virus que convierte a los hombres en iracundos antropófagos. Una vez desaparecido el germen, un grupo de soldados norteamericanos, tan ansiosos de sangre como sus rabiosos y aparentemente extintos enemigos, ingresa a la ciudad para reestablecer el orden. En medio de ese auspicio panorama un padre de familia se reencuentra con sus hijos y con la culpa de haber dejado a la madre de estos a merced de los carnívoros. El problema se reiniciará con la vuelta de ésta, quien resultó ser la única sobreviviente inmune al virus, y con los afanes del padre por conseguir su perdón.
Lo primero que llama la atención son los paralelismos entre la trama y el conflicto bélico del Medio Oriente, así como los evidentes homenajes a Romero – la claustrofobia y la penumbra de los ambientes interiores (La noche de los muertos vivientes), la omnipresencia militar (El día de los muertos), la homonimia entre las zonas de seguridad, la Zona Verde y el Fiddler’s Green de Tierra de los muertos –, a los Zombies de Fulcci – las panorámicas de un Londres derruido –, y a referentes del fantástico contemporáneo como Neil Marshall – el empleo de inusuales subjetivas, como la mira de un arma o de una cámara de video, para penetrar la oscuridad. También llama la atención el trepidante empleo de la cámara en mano y la atmósfera, entre lisergica y documental, conseguida a partir del uso del video digital.
Sin embargo, Fresnadillo flaquea en su intento por otorgarle personalidad (la música) a una película que con el correr de los minutos se pierde en el lugar común (“Cuando tuve a ese niño en la mira, supe lo que tenía que hacer”). Precisamente, la paradójica vitalidad de este subgénero radica en su nihilismo sociopolítico pero también en el narrativo. Por ello cuando el discurso (aleccionador o explicativo) toma protagonismo el interés decae. De ahí que la oquedad de la pareja protagónica de Exterminio 2, la doctora y el soldado, termine desmereciendo los momentos en los que la cámara reposa y se dedica a contemplar el devenir de un grupo de supervivientes que se saben muertos.
28 WEEKS LATER
(EE.UU 2007)
Dirección: Juan Carlos Fresnadillo
Guión: Juan Carlos Fresnadillo, Jesús Olmo
Protagonistas: Robert Carlyle, Imogen Poots, Mackintosh Muggleton, Catherine McCormack, Rose Byrne, Jeremy Renner.
Duración: 99 min.
Fecha de estreno en el Perú: 31 de mayo del 2007
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