April 13, 2007

PEQUEÑA MISS SUNSHINE
Por Diego Cabrera

El cine independiente norteamericano se ha convertido en una paradoja. Si antaño la consecución de lo personal y lo diferente precisaba el empeño del alma y el cuerpo, hoy el sacrificio implica concesiones expresivas que deben su origen a la participación tras bastidores de titanes de la industria. Si en los sesenta y setenta su espíritu era callejero, periférico y marginal, este siglo veintiuno es más bien hogareño, aburguesado y pintoresco. Felizmente, no todo es Garden State o Thumbsucker. Aún podemos encontrar, en medio de la estandarización en la que ha caído este extrañado rotulo, obras pequeñas que sean capaces de arrancarnos sonrisas y lagrimas en partes iguales.
Pequeña miss sunshine, consigue hacerlo gracias al respaldo de Fox Searchlight; a la formula archiconocida de la familia disfuncional compuesta por entrañables freakies que emprenden un viaje de aprendizaje con crítica social incluida; pero también a un excelente casting, y a la sensibilidad de una pareja de directores salidos de canteras video cliperas (Tonight Tonight, Californication): los esposos Jonathan Dayton y Valerie Faris.

La historia se centra en los Hoover: Richard, mercachifle profeta de los nueve pasos para triunfar en la vida; Sheryl, una abnegada madre; Dwayne, un desganado y silencioso adolescente que solo encuentra refugio en su anhelo de volar aviones y en la lectura de Friedrich Nietzche;Olive, una agraciada y regordeta niña cultora de la belleza; Frank, hermano homosexual de Sheryl, autoproclamado primer especialista en Proust, recientemente dado de alta luego de un frustrado intento de suicidio que tiene su origen en una decepción amorosa; y abuelo, un heroínomano liberal. Todos ellos, luego de que Olive fuera admitida a un concurso estatal de belleza -el que del título de la película-, emprenderán un viaje de mutuo reconocimiento hacia la luminosa California (nótese la iluminación que adquiere la cinta con el correr de los minutos), en una Van tan llamativa como sus variopintas personalidades.

El principal acierto de sus realizadores está en la dedicación que les conceden a sus personajes. A lo largo del metraje concentran la cámara en captar su lado más humano, el más díficil y miope a los ojos de la intolerancia y el pragmatismo moderno que los suele condenar. Es así que tras su lograda escena de presentación, el plot central desencadenará el descubrimiento de personajes tan estrafalarios y despistados como tiernos e inocentes, para concluir en un delirante cierre, al ritmo de Rick James y su "Super Freak", que confirma el tino de la novel pareja para generar empatía a partir de un tropel de losers.
Hay algo que queda claro luego del visionado de esta ópera prima, más allá de alguna arbitrariedad del guión de Michael Arndt (los destinos del adolescente y el anciano), y de acentuadas personificaciones que pretenden dejar en claro las diferencias entre ganadores y perdedores. No siempre es necesaria la originalidad temática o la innovación estilística para conmover y, de taquito, críticar a la sociedad de consumo, esa en la que, en palabras del imberbe Dwayne, la escuela, la universidad y el trabajo tienen la misma fachada que un concurso de belleza.
LITTLE MISS SUNSHINE
(EE.UU 2006)
Dirección: Jonathan Dayton y Valerie Faris
Guión: Michael Arndt
Protagonistas: Abigail Breslin, Greg Kinnear, Paul Dano, Alan Arkin, Tony Collete, Steve Carell
Duración: 101 min.
Fecha de estreno en el Perú: 29 de marzo del 2007