January 30, 2007

CARTELERA (ENERO)ESCONDIDO
Por Diego Cabrera
Escondido es el último ejercicio vanguardista del cineasta Michael Haneke, de quien pudimos ver, hace ya algunos años, La Profesora de Piano, su única cinta estrenada en el circuito comercial peruano. Esto no debería sorprendernos, ya que la obra del austriaco no está hecha para todo público. Y es que, a pesar de gozar del prestigio crítico, su cine no es el preferido de espectadores habituados a la inmediatez visual. Por ello, muchos (distraídos) lo han tildado de repulsivo, nauseabundo, pervertido e incluso pornográfico. Lo cierto es que nada es más sano y necesario que un autor que cuestiona su medio de expresión, introspección necesaria en tiempos de mercantilismos artísticos, carentes de vocación humanista (la misma que erigió a Passolini y a Buñuel como dos ‘maestros de la subversión’). De ahí que se rebele ante el Modelo de Representación Institucional, que tiene a la causalidad como máxima del relato, y nos entregue historias fragmentadas que deben ser descifradas en nuestras conciencias.

En esa línea, la historia de un exitoso conductor de televisión, quien se ve acosado por un ‘desconocido’ que registra la intimidad de su hogar en cintas de video y se las envía junto con espeluznantes dibujos, es perturbadora no solo por su resolución diegética –donde las preguntas, en vez de resolverse, se multiplican–, sino por su génesis histórica: Escondido es la alegoría cinematográfica de lo oculto, de lo negado, de lo incomunicado. Su origen data del 17 de octubre de 1961, cuando, con motivo de una protesta contra un toque de queda gubernamental, fueron asesinados más de 250 argelinos (cifra que solo salió a la luz pública 36 años después de ocurrida la masacre; hasta ese entonces, se pensaba que solo habían fallecido tres inmigrantes). De la misma manera, si de algo es culpable George en Escondido es precisamente de esconder la verdad (acerca del supuesto autor de los videos, de la infancia y del trágico desenlace de Majid) para conservar el status quo, ese en el que el color de la piel, el lugar de procedencia y la posición económica determinan tu destino en el mundo.
Título: Caché (Escondido)
Dirección: Michael Haneke.
Producción: Margaret Menegoz y Veit Heiduschka.
País:Francia, Austria, Alemania e Italia.
Año: 2005
Duración: 115 min.
Interpretación: Daniel Auteuil (Georges), Juliette Binoche (Anne), Maurice Bénichou (Majid), Annie Girardot (Madre de Georges), Lester Makedonsky (Pierrot), Bernard Le Coq (Editor), Walid Afkir (Hijo de Majid), Daniel Duval (Pierre), Nathalie Richard (Mathilde), Denis Podalydès (Yvon), Aissa Maiga (Chantal).
Fecha de estreno: 11 de enero de 2007

January 16, 2007

CARTELERA (OCTUBRE)


HIPNOSIS MORTAL
Por Diego Cabrera

Oh Dae Su es un problemático hombre de familia que lleva una vida desordenada hasta que, sin razón aparente, es apresado durante quince años en un pequeño departamento. Una vez liberado, terminará ahogándose en su sed de venganza gracias a los artilugios de un titiritero mayor.

El cine de Park transita por aceras pulsionales donde el ser humano se ve obligado a despojarse de sus ‘trajes’ e incluso de su propia piel. Sus protagonistas confrontan a la fuerza situaciones liminales que los llevan a desmembrarse corporal y espiritualmente unos a otros. Lo que más desean es apoderarse de las almas de sus enemigos y manejarlas a su antojo. Lo interesante es que toda esta retórica del recorte se corresponde con un montaje elíptico de cortes secos y saltos de eje desconcertantes, donde las distancias focales cortas se encargan de distorsionar a los personajes en medio de espacios tan asfixiantes como oscuros.

Precisamente, las imágenes visionadas por el protagonista son producto de una distorsión exterior que le es ajena y que lo lleva a experimentar la realidad a nivel sensorial y a enfrentarse contra un enemigo invisible, contra el tiempo y, posteriormente, contra su propia conciencia.

El surcoreano es un amante de la imagen, por ello la pervierte y trastoca hasta golpear en nuestro subconsciente. No en vano nos encontramos en un mundo de apariencias y espejismos donde los individuos sufren de soledad y anhelan el carácter colectivista de las hormigas. En Hipnosis Mortal, la verdad se (de)construye de acuerdo a una necesidad visual; (SPOILER) por ello, Dae Su terminara optando por la imagen de la Mido mujer y no de la Mido hija. Solo de esa manera será capaz de recobrar la condición de ser humano que perdió al divulgar la imagen incestuosa de dos compañeros de escuela y por una hipnosis mortal que lo esclavizó a un ideal ilusorio cuando por fin era aparentemente libre.
Título: Old boy
Dirección: Park Chan-wook.
Producción: Kim Dong-joo.
País: Corea del Sur.
Año: 2003.
Duración: 120 min.
Interpretación: Choi Min-sik (Oh Dae-su), Woo Ji-tae (Lee Woo-jin), Gang Hye-jung (Mido), Chi Dae-han (No Joo-hwan), Oh Dal-su (Park Cheol-woong), Kim Byoung-ok (Sr. Han), Lee Seung-shin (Yoo Hyung-ja), Yoon Jin-seo (Lee Soo-ah), Lee Dae-yun (Mendigo), Oh Gwang-rok (Suicida).
Fecha de estreno: 12 de octubre del 2006

January 12, 2007

CARTELERA (DICIEMBRE)

EL NIÑO
Por Joel Calero

Son muy pocos los cineastas que han ganado dos veces la Palma de oro, el máximo galardón del Festival de Cannes. A ese reducido grupo de privilegiados, pertenecen los hermanos belgas Jean Pierre y Luc Dardenne, directores de El niño. La primera vez lo obtuvieron en 1999 por Rosetta, una intensa crónica de acentos documentales que escrutaba, con una cámara casi pegada a la nuca de la protagonista, la vida cotidiana de una joven marginal de la boyante sociedad europea: búsqueda de trabajo, alcoholismo de su madre y los dilemas de la ética y la supervivencia.

En esa misma línea programática y estilística se inscribe El niño, Palma de oro 2005. El personaje principal es Bruno, un joven ladronzuelo que acaba de tener un hijo con Sonia, tan joven e irresponsable como él. El niño recién nacido se agrega sin problemas a esa atmósfera de frescura y despreocupación con que sus padres pasan los días, hasta que a Bruno se le ocurre venderlo para conseguir algunos euros que le permitan seguir disfrutando con Sonia. Este acto está magistralmente filmado no como un acto de maldad, sino como otro pequeño hurto o trapacería de un joven marginal que, en el fondo, no es sino un niño de la calle, primario y amoral. Sin embargo, lo que Bruno no ha previsto es que Sonia no lo secundará en esta travesura que la excede. A partir de ese punto, empieza entonces un camino de expiación en el que Bruno sufre varios reveses hasta que, cerca del final, asume la responsabilidad de un robo para poder liberar a alguno de los ladronzuelos que dependen de él. Así, Bruno, niño grande y delincuente, descubre su paternidad, es decir, la responsabilidad, en los linderos mismos de su oficio delincuente.

El final de El niño es uno de los finales más escuetos, conmovedores y contundentes que hemos podido ver en varios años. Los Dardenne, en medio de una sensibilidad postmoderna que rehuye el trato con los afectos, pueden ser intensamente emotivos sin caer en el sentimentalismo.

Título: El niño
Directores: Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne. Producción: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne y Denis Freyd.
Países: Bélgica y Francia. Duración: 100min. Año: 2005. Interpretación: Jérémie Renier (Bruno), Déborah François (Sonia), Jérémie Segard (Steve), Fabrizio Rongione (Matón joven), Olivier Gourmet (Oficial), Mireille Bailly (Madre de Bruno), Samuel De Ryck (Thomas), Sophia Leboutte (Inspectora), Frédéric Bodson (Matón mayor), Léon Michaux (Policía). Fecha de estreno: 21 de diciembre del 2,006